Como habrás visto si visitaste mi web, hace poco he publicado “Cuarteto a cinco voces” , una novela sobre la incomunicación, el qué dirán, el fallos de las apariencias..Es la segunda que llega a publicarse y sin embargo se gestó mucho antes que la primera.
¿Motivo? Tardé más en concluirla. Cinco personajes principales, cinco personalidades… y te aseguro que di mil vueltas para definirlos bien. En el capítulo V, al que puedes echar un vistazo gratis en Amazon.es, introduje incluso a una vidente que hacía un intento de carta astral a Lena, Félix y Faina; fue muy curioso documentarme en ello.
¿Conclusión? escribí tanto que necesité meter la tijera, como se suele decir, para quitar escenas completas y condensar.
Hubo, también, textos paralelos.Porque por ejemplo, Stefan, uno de mis queridos protagonistas, comenta que habría sido poeta pero que se refugia en la música, que le resulta como hablar en clave. Así que también escribí esos amagos de poesía que él nunca saca a la luz y que tampoco aparecen en la novela. Como ves, hay mucho más, así que el proceso no podía ser rápido.
¿Expectativas? Uff…El auténtico triunfo ha sido acabarla y sacarla a la luz. Siempre pienso que se escribe para transmitir un mensaje y en alguna parte del universo deben estar grabados los destinatarios ( perdona si filosofo, es una de mis manías...). El mundo contiene su propia red, inmensa y peculiar: a lo mejor en este momento de tu vida te llama el tema de la incomunicación, las tramas románticas y musicales de "Cuarteto a cinco voces...", o quizá, no es el momento.
En cualquier caso, como dice una amiga mía, todo está bien, siempre.
¡Gracias por leer!
